sábado, 5 de septiembre de 2015

reflexión sobre “Si tu hijo vive al borde del océano, más vale enseñarle a nadar que construir un muro alrededor del mar”


En el reino de la Anomia es necesario tanto enseñar como aprender a nadar, para sobrevivir y transformar esta realidad llena de incertidumbre. Enseñar a nadar significa adquirir las herramientas necesarias para desarrollar las destrezas o competencias necesarias como son: Aprendizaje e Innovación, Uso de información, medios y tecnología es decir, tratar la información con espíritu crítico, analizar, seleccionar elementos e incorporar nueva información y conocimientos que consideremos interesantes; con el fin de dominar la información y no al revés.

Así como también adquirir competencias para la vida, desarrollar funciones cognitivas superiores, que nos ayuden a sortear la marejadas del cambio constante en economía, campo laboral, en los conocimientos sobre todo en las ciencias naturales y exactas, nuevos conocimientos técnicos, desarrollo de nuevas tecnologías en todos los campos. Sí aprendemos a nadar  será más fácil el proceso auto formativo, más enriquecedor porque estamos constantemente en una práctica reflexiva: ¿Por qué darnos el pescado? Sí lo podemos pescar es decir, desarrollar una autonomía para aprender a aprender toda la vida, para nuestro bienestar personal y laboral.

Otra lectura que se le puede dar a esta reflexión es: que antes de construir muros para protegernos de posibles peligros, que son para la mayoría que se deja llevar por un nacionalismo metodológico, y discursos basados en distintos dispositivos como  el hermenéutico, la causalidad concatenada, causa generalizada e inmediata sobre posibles causas al aplicar reformas, innovaciones, propuestas nuevas para mejorar la calidad, aplicación de la tecnología dentro del centro laboral, en este caso la docencia y la educación.

Deberíamos saber nadar, usar el método de Protágoras, mejor conocido actualmente como la técnica del abogado del diablo, donde analicemos las dos posturas para sacar nuestra propia conclusión, juzgar y valorar la información, explorar e investigar, conocer y experimentar, antes de condenar algo. ¿Cómo podemos saber sí funcionará o no, si no lo intentamos? No debemos dejar, que el miedo al cambio, a perder el confort de nuestra situación laboral, el miedo al ridículo, a los errores, no nos permita avanzar.

El docente y futuro docente tienen una gran oportunidad para que dentro de las aulas o campo de trabajo se desarrollen investigaciones y propuestas de nuevas estrategias que ayuden a mejorar la calidad educativa; al principio el uso de las TIC puede hacer que nos lleve más tiempo hacer algunas cosas, pero con la práctica y el conocimiento de ellas, ese tiempo se va a reducir. Debemos aprender a manejar el equilibrio entre la Pedagogía y la Tecnología, para que se tenga éxito. Debemos estar abiertos a los cambios, porque nuestros estudiantes están al pendiente de cada cambio en la tecnología y forma de vida.

                                                                                                           

Referencias:

Cabello Bonilla, V. (2004). Antología de Pedagogía Contemporánea I y II. México: UNAM.

Brunner, J.J. (2000). Globalización y el futuro de la educación: tendencias, desafíos, estrategias. Recuperado el 22de junio de 2015 de: https://uniteconline.blackboard.com/bbcswebdav/pid-753803-dt-content-rid-11205416_1/courses/UNI_152_01_MEEO_MLE01W_ML1104_B/UNI_132_01_MEEO_MLE01W_ML1104_C_ImportedContent_20130612040033%286%29/GLOBALIZACI%C3%93N%20Y%20EL%20FUTURO%20DE%20LA%20EDUCACI%C3%93N.pdf


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