viernes, 3 de julio de 2015

Paradigma Tradicional vs Sociedad del conocimiento.

Las expectativas han cambiado y ahora la educación es una industria de logros, pero lo que se busca actualmente es el desarrollo de competencias que permitan adaptarse a la posmodernidad. Estamos ante las primeras generaciones de nativos digitales, lo cual choca con la idea tradicional de educación como industria con horarios, uniformes, un personal cualificado que les dice que deben saber. Con este modelo perdemos la mitad de los chicos con sus habilidades y potencial para un mejor futuro. Ahora cuando  el estudiante encuentra algo que le gusta o lo apisonan el sólo se mete a la red para aprender más sobre el tema. Los docentes debemos transmitir esa pasión por los conocimientos. Por medio de nuevas actividades didácticas apoyadas desde los libros hasta la tecnología móvil. Es necesario una revolución educativa donde los conocimientos, maestros y alumnos estén en el mismo siglo. Lo cual no sucede en la realidad.

El desinterés de la escuela y su poca relación con su realidad laboral, lleva a que los estudiantes dejen la escuela por considerarla como algo inservible,  debemos transformar ese pensamiento, volverlos a las aulas ya sea de forma presencial, virtual o mixta. Pero hace falta, alguien que lidere este proyecto o el docente, que rompa las reglas desde su aula para conseguir esto.

Es necesario replantear el rol del profesor, ahora debemos ser alguien que facilite, entrene y aporte la cantidad de sabiduría moral necesaria, para que los alumnos, sean capaces de hacer juicios éticos en esta gran marejada de información; eso lleva que necesitemos una preparación profunda y estemos abiertos a nuevos paradigmas o porque no mejor crear nuevos proyectos de innovación educativa. Sería un gran error pensar que con sólo usar la tecnología en el aula va a cambiar o mejorar el proceso de enseñanza – aprendizaje. Convirtiéndose en la Panacea de la problemática educativa de México ante la Sociedad del Conocimiento; porque la tecnología puede ser un catalizador, pero la educación es y será siempre cuestión de seres humanos que buscan el desarrollo integral y armónico de las personas acorde a posturas filosóficas en que se encuentre apoyada la Educación.

Los nuevos paradigmas educativos deben hacer que en el alumno crezca de manera exponencial su confianza para aprender por su cuenta, desarrollar su creatividad y eso ayuda al pensamiento divergente, muy necesario para este tipo de sociedad llena de incertidumbre y resolución de problemas constantemente. Las Reformas educativas no sólo deben quedar en letra muerta, sino debe ser acción, pero el mayor problema es la reticencia  a un cambio de mentalidad, la burocracia y cierto sector del sindicalismo educativo.

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