En el reino de la Anomia
es necesario tanto enseñar como aprender a nadar, para sobrevivir y transformar
esta realidad llena de incertidumbre. Enseñar a nadar significa adquirir las
herramientas necesarias para desarrollar las destrezas o competencias
necesarias como son: Aprendizaje e Innovación, Uso de información, medios y
tecnología es decir, tratar la información con espíritu crítico, analizar,
seleccionar elementos e incorporar nueva información y conocimientos que
consideremos interesantes; con el fin de dominar la información y no al revés.
Así como también adquirir
competencias para la vida, desarrollar funciones cognitivas superiores, que nos
ayuden a sortear la marejadas del cambio constante en economía, campo laboral,
en los conocimientos sobre todo en las ciencias naturales y exactas, nuevos
conocimientos técnicos, desarrollo de nuevas tecnologías en todos los campos.
Sí aprendemos a nadar será más fácil el
proceso auto formativo, más enriquecedor porque estamos constantemente en una
práctica reflexiva: ¿Por qué darnos el pescado? Sí lo podemos pescar es decir,
desarrollar una autonomía para aprender a aprender toda la vida, para nuestro
bienestar personal y laboral.
Otra lectura que se le
puede dar a esta reflexión es: que antes de construir muros para protegernos de
posibles peligros, que son para la mayoría que se deja llevar por un
nacionalismo metodológico, y discursos basados en distintos dispositivos como el hermenéutico, la causalidad concatenada,
causa generalizada e inmediata sobre posibles causas al aplicar reformas,
innovaciones, propuestas nuevas para mejorar la calidad, aplicación de la
tecnología dentro del centro laboral, en este caso la docencia y la educación.
Deberíamos saber nadar,
usar el método de Protágoras, mejor conocido actualmente como la técnica del
abogado del diablo, donde analicemos las dos posturas para sacar nuestra propia
conclusión, juzgar y valorar la información, explorar e investigar, conocer y
experimentar, antes de condenar algo. ¿Cómo podemos saber sí funcionará o no,
si no lo intentamos? No debemos dejar, que el miedo al cambio, a perder el confort
de nuestra situación laboral, el miedo al ridículo, a los errores, no nos
permita avanzar.
El docente y futuro
docente tienen una gran oportunidad para que dentro de las aulas o campo de
trabajo se desarrollen investigaciones y propuestas de nuevas estrategias que
ayuden a mejorar la calidad educativa; al principio el uso de las TIC puede
hacer que nos lleve más tiempo hacer algunas cosas, pero con la práctica y el
conocimiento de ellas, ese tiempo se va a reducir. Debemos aprender a manejar
el equilibrio entre la Pedagogía y la Tecnología, para que se tenga éxito.
Debemos estar abiertos a los cambios, porque nuestros estudiantes están al
pendiente de cada cambio en la tecnología y forma de vida.
Referencias:
Cabello Bonilla, V. (2004). Antología de Pedagogía Contemporánea I y II.
México: UNAM.
Brunner, J.J. (2000). Globalización y el futuro de la educación: tendencias,
desafíos, estrategias. Recuperado el 22de junio de 2015 de: https://uniteconline.blackboard.com/bbcswebdav/pid-753803-dt-content-rid-11205416_1/courses/UNI_152_01_MEEO_MLE01W_ML1104_B/UNI_132_01_MEEO_MLE01W_ML1104_C_ImportedContent_20130612040033%286%29/GLOBALIZACI%C3%93N%20Y%20EL%20FUTURO%20DE%20LA%20EDUCACI%C3%93N.pdf
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